29 de septiembre de 2010

Opinión

A raíz del conflicto dado tanto en escuelas públicas secundarias con el Gobierno Porteño, como también a nivel Nacional con respecto a las tomas de las Facultades de Ciencias Sociales y Filosofía y Letras, expreso mi opinión sobre estar a favor o en contra de una "toma", en un sentido general, como medida de lucha política.
Sucede algo real, y es que de ambas maneras se perjudica y se beneficia a todos los sectores en juego.
Empezaré por expresar mis opiniones sobre la NO TOMA y la TOMA:

- No tomando no se consiguen las reivindicaciones reclamadas que todos ya conocemos "Aumento del presupuesto educativo", reclamo que considero absolutamente legítimo y justo. Se sabe por experiencia histórica que la toma de una institución pública es la última instancia a la que se llega luego de diversos intentos frustrados, y a la vez la más fructífera (según el contexto socio-político de la época).
A su vez tampoco se crea una organización política de base junto con compañeros agrupados o no en organizaciones político-estudiantiles, ni se incita al debate político y a la creación de un poder popular de estudiantes defendiendo lo que es suyo, nuevo y emergente, que modifica los conceptos y significaados de las palabras 'política' y 'derecho', abriéndolas y dejando de lado los prejuicios inciados hace 30 años sobre "hacer política". Es de reformularnos a nosotros mismos si lo que esta implantado por los sectores dominantes es o no justo, y si estoy en contra de ellos, posicionarme con firmeza y hacer algo por eso.
Si hay una universidad pública es porque hay una política llevada a cabo por X partido o X político que lo permite y lo asegura y eso, a mi parecer, se defiende, puesto que el día de mañana podría desaparecer y muchos de nosotros nos quedaríamos sin la opción de estudiar "gratuita y libremente". Pero aclaro, no simplemente porque tengamos "miedo" de quedarnos fuera, si no porque queremos que la educacion sea publica digna y gratuita para el pueblo argentino en su conjunto, sin discriminación alguna y no sólo específicamente para los que ahora estamos desempeñándonos como estudiantes y sujetos políticos.
Sin importar ideologías, partidos o referentes políticos, la educación pública es un derecho el cual nosotros los estudiantes, es decir, los actores mismos de esta institución político-social al igual que los docentes, debemos defender. Y toda defensa conlleva un sacrificio, por más mínimo que
sea (aunque acá entraría la visión opuesta a la toma, ya que no todo el estudiantado puede estar en condiciones de sacrificar algo, pero la dejo para más adelante), lo cual no significa que se pierda un cuatrimestre entero de clases teórico-prácticas, porque es dificil que se llegue a tal
extremo. Sino, por lo contrario, se 'gana' en otro tipo de conocimientos e ideologías compartidas o no, que no están ni aparecen en los libros de texto que nos hacen leer en diversas materias. Se gana en debates y discusiones con compañeros, en en la autoreflexión sobre que postura adoptar frente a determinado fenómeno social, adquiriendo un profundo respeto por la pluralidad de voces y opiniones habidas y por haber en un sector tan amplio como lo es el académico, y se gana en un consenso legítimo más amplio y duradero.
Paradójicamente, las facultades actualmente tomadas estan orientadas, en su mayoría, a formar profesionales que entiendan e interpreten problemáticas socio-culturales (Ej: Antropología, Historia, Comunicación Social, Ciencia Política, Letras, Filosofía, Sociología, Trabajo Social, Cs. de la Educación, Artes, etc.) Por lo tanto, ¿si la toma institucional de una facultad, medida combativa de lucha política llevada a cabo a raíz de una problemática y un conflicto conocidos, NO es un debate socio-cultural en concordancia con actitudes, corrientes y pensamientos políticos, antropológicos, comunicativos, simbólicos, socilógicos, históricos, y hasta artísticos, entonces qué lo es?...

- Por otro lado, considero que una medida de esta índole debe estar basada en el consenso y la legitimidad, ya que sin estos dos componentes primordiales de una lucha política, no se está en condiciones de logar y conseguir aquello por lo que se "toma" la facultad. ¿Y si no se consigue lo
que se pide, osea, el objeto y la razón por la cual se lucha y se llega a determinada medida, entonces, para qué seguir luchando?.
Acá entraría el debate sobre la "Lucha legítima" y la "Lucha x la lucha misma". Quizás es posible encontrar una medida superadora a la toma de la facultad, incluso se puede volver a clases (no con absoluta normalidad) aún estando al facultad tomada. Más allá del sin fin de propuestas que
todos y cada uno de nosotros puede dar, la toma es una medida que, sin legitimidad y consenso, puede carecer de todo sentido concreo, y se echaría a perder días y meses de sacrificio y construcción de un nuevo movimiento estudiantil que supo dar sus frutos, hasta que, por intentar alargarlo en el tiempo, hacerlo interminable o intentar atribuirle una legitimidad provocada e impuesta por al fuerza y la determinación de aquellos quienes se posicionan indefectiblemente a favor de dicha medida, se satura y decrece, y todo aquello por lo que se luchó en tiempos pasados, logrando un acuerdo mutuo con diversos sectores, pierde sentido. Es complicado este punto, puesto que es dificil dirimir cuándo se lucha sin sentido y cuándo la medida aún posee la suficiente fuerza como para sostenerla en el tiempo. Al mismo tiempo que realizo una autoreflexión, invito a todos aquellos que se encuentran leyendo esto a analizar la situación particular de cada facultad y a compartir, si así lo desean, su visión sobre si las tomas están o no perdiendo la legitimidad que en algún momento supieron tener.
También, pensando en lo que yo voy a estudiar, Ciencias Antropológicas en la Facultad de Filosofía y Letras, entro en una ambigüedad ambivalente: en mi carrera tengo materias que me invitan a la reflexión de problemáticas socio-culturales, sobre de oposiciones o acuaerdos de dos sectores de la sociedad, de luchas por el consenso y la legitimidad, de razonar y analizar cada fenómeno social y cultural que me rodea y me convierte en el ser humano que soy. Entonces, por deficinición, esta lucha y este movimiento/conflicto que se está generando me intresea y me invita a participar, a sentirme identificada con el reclamo, sea estando o no a favor de las medidas. Pero, al mismo tiempo, para poder opinar y participar de este mismo movimiento, necesito conocimientos amplios, y para adquiririlos debo estudiar como la institución académica lo establece, es decir, no debatiendo con compañeros, sino leyendo los libros, yendo a clases, debatiendo incluso con los profesores de cursada, y en un sentido más abstracto, discutiendo o no con autores de diferentes teorías.
Si el día de mañana quiero recibirme y ejercer mi profesión como Antropóloga, por mal que me pese, debo estudiar y aprobar todas las materias que se me presenten a lo largo de mi carrera. De esta manera también me pongo del lado de los compañeros que, en su más pura honestidad, no quieren perder más clases, ya que ha pasado mucho tiempo desde la iniciación de la medida y es completamente lógico y legítimo que los estudiantes en contra reclamen, la educación es un derecho que merecemos todos y todas y no un servicio, por lo que todo estudiante inmerso en este enorme mundo universitario tiene derecho de concurrir a clases, al mismo tiempo que tiene derecho de poseer un establecimiento en condiciones meramente dignas.


En mi opinión la presente problemática es un GRAN conflicto, a nivel colectivo e individual, ya que supone no sólo adoptar posiciones en conjunto logrando un consenso legítimo con la esperada mayoría del estudiantado, sino también autocuestionarse individualmente sobre este tipo de problemas y medidas a adoptar para que se resuelvan.
Invito a abrir un extenso debate, y quiero que quede más que claro que resptaré todas y cada una de las opiniones que tengan los que participen de él, y que la idea no es incitar una discusión sobre 'quién está o no de acuerdo', sino compartir y escucharnos los unos a los otros, sin ofensas ni violencia.

A MI personalmente, se me presenta una complicación a la hora de posicionarme en contra o a favor de las tomas...

5 de septiembre de 2010

Sin Título

Mi sensibilidad se interpone, adoro demasiado mi "arte".

No estoy para nada acostumbrada a las críticas sobre mis obras.
Por lo tanto, he decidido que a partir de hoy no escribiré por un tiempo en este espacio cibernético.
Será hasta que me acostumbre a la metodología de este nuevo "mundo público".

Es algo difícil

Saludos...

Sin Título

Mi sensibilidad se interpone, adoro demasiado mi "arte".

No estoy para nada acostumbrada a las críticas sobre mis obras.
Por lo tanto, he decidido que a partir de hoy no escribiré por un tiempo en este espacio cibernético.
Será hasta que me acostumbre a la metodología de este nuevo "mundo público".

Es algo difícil

Saludos...